Toto La Momposina y Sus Tambores
Hablar de Totó La Momposina, es hablar de alegría, de fiesta, de pasión y de Colombia entera, por que ella es la mayor representante de nuestra música tradicional en el mundo.
Sonia Bazanta Vides, más conocida en el mundo entero como la cantaora Totó la Momposina, es oriunda de isla de Mompox, ubicada en el departamento de Bolivar – Colombia. De allí su nombre artístico: “Totó …La Momposina”.
“Los tambores son una parte de cómo vine a trascender. Uno viene con una misión en la vida y cantar es la mía”
Desde temprana edad, la música y el canto han sido su medio de expresión, inclusive desde aquellas épocas cuando siendo apenas una niña llamaba a todo a su alrededor “totó, totó”, como si la imitación del golpe de un tambor fuera el anticipo de una trayectoria artística inigualable que la ha convertido en la máxima exponente de la música tradicional en Colombia, en nuestra “Diva descalza” como la ha llamado la periodista costeña Patricia Iriarte.
Con el transcurrir del tiempo y gracias a los innumerables viajes realizados alrededor del mundo, La Momposina escuchó en alguna oportunidad a una mujer de Haití llamada Totó Visanti, quien le contó que su nombre significaba “pequeña de cuerpo, pero grande de corazón”.
Aprendió a bailar y cantar desde niña pues su padre, percusionista y su madre, cantadora y bailarina, hicieron de la tradición musical una parte cotidiana de la vida familiar. Ella proviene de una familia de músicos, artistas y zapateros y encarna la esencia del campesino del común, que ama lo que le rodea.
Inmersa en la música y las danzas de su región, Totó se dedica a recopilar en el área de Mompox y otras regiones del Caribe colombiano, los ritmos, cantos, instrumentos, costumbres y todos los elementos que hacen parte de nuestra identidad. En 1.964, junto a sus padres y hermanos conforma su primer grupo con el que empieza a difundir la riqueza de una mezcla cultural producto de blancos, negros e indígenas. Así, con esfuerzo y disciplina, Totó inicia una trayectoria musical que, hoy en día, está más vigente que nunca.
Después de estudiar en el conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia con el Maestro Raúl Mojica Meza y de realizar varias giras internacionales, en 1982 Totó La Momposina acompaña a nuestro escritor Gabriel García Márquez a recibir el Premio Nobel de literatura en Estocolmo – Suecia. Durante la ceremonia, La Momposina rinde homenaje a las artes y las letras de nuestro país y hace vibrar a miles de espectadores que seguían su inigualable voz.
- Conquista a Europa…
Con el grupo de “Totó La Momposina y sus tambores”, la cantadora se empieza a consolidar como el pilar de la cultura musical de un pueblo entero y es precisamente por este mensaje de colombianidad que deja en escenarios de América latina, Estados Unidos y Europa, que graba su primera producción en Francia en el año 1983 .Posteriormente se dedica a recorrer Europa y a estudiar en la universidad de La Sorbona de París, así como en otras instituciones de Santiago de Cuba y La Habana.
En 1.991 contagia de energía a los mexicanos durante el Festival Cervantino de Nuevo León y en el festival de música del Caribe en Cancún (México) y es en este mismo año cuando recibe una invitación de la organización WOMAD (World Music Arts and Dance) de Peter Gabriel, para participar como artista en las producciones del sello Real World y para ser reconocida internacionalmente una vez más, a través de la publicación de su disco “La Candela Viva” (1.993)
En 1.992 representa a nuestro país en Exposevilla, Feria Mundial realizada en Sevilla - España en la que nuestra cantadora fue la encargada del show central en la celebración del “Día de Colombia en la Expo´92” junto a sus músicos y a su grupo de danzas de proyección con el que contagió de alegría a los asistentes a este evento.
- Nominada al Grammy Latino
Con la grabación de “Carmelina” (1.996 ) Pacantó (1.999) y Gaitas y tambores (2002), además de numerosas recopilaciones de canciones tradicionales y miles de conciertos alrededor del mundo, La Momposina sigue rindiendo tributo a la música y a las tradiciones de la costa caribe y llevando la alegría e identidad colombiana a través de la gaita, la cumbia, el porro, la chalupa, el sexteto y el mapalé. Justamente ésta labor la hizo merecedora a la nominación al Premio Grammy Latino en el año 2002 en la categoría mejor álbum tropical tradicional.
" El hombre se volvió excesivamente materialista, desconoce los valores espirituales y está enfermo de ambición, de poder. Eso lo lleva al odio, al rencor, a la guerra y a la muerte”
Totó, mujer, madre, artista…
Totó es una mujer honesta, sincera y muy espiritual. Con sus tres hijos: Marco Vinicio, músico de conservatorio que ha puesto sus conocimientos y habilidades al servicio de la música tradicional para convertirse en uno de los mejores percusionistas del país, sus dos hijas: Angélica y Eurídice quienes han aprendido de su madre y de la tradición familiar que las acompaña a enamorar a los espectadores en el escenario con sus cadenciosos bailes, al igual que con sus nietos, hijos de la música y del medio artístico; con sus extraordinarios músicos y con su más leal compañero, amigo, director artístico, coreógrafo y diseñador de vestuario Germán Vargas quien, sobre todo ha sido su apoyo incondicional durante muchos años de vida artística, han constituido una verdadera y gran familia cuyo apellido es “la música tradicional colombiana”.
No busco ser una estrella en la Tierra, más bien una estrella en el Universo”.
Su sueño, es sacar adelante la música con el objeto de recuperar las tradiciones populares, los bailes cantados, toda la riqueza de la expresión propia de los colombianos y motivar a los jóvenes a preservar nuestra identidad cultural.
Lo último que me queda por decir es que, para conocer a Totó como artista tienes que verla en un escenario y dejar que su espontaneidad, energía, magia y vitalidad te contagie de emoción. Para conocerla como mujer, sólo tienes que mirarla a los ojos y dejar que fluya una de sus inconfundibles carcajadas.
A magnificent singer and dancer, Totó La Momposina has earned respect and admiration in many parts of the world for the power and spontaneity of her performance. Drawing on the music and dance of the Colombian Caribbean, her work is informed and inspired by a rich cultural mix that combines elements from African, Native Indian and Spanish traditions. This an expression of a culture that has its origins in Africa (via the slaves brought to work in the Americas), Spain (through the influence of the invading colonists) and South America (from the indigenous Indian population). On stage Totó´s dynamic repertoire is accompanied by a range of traditional drums, gaitas, brass, tiple, bass, guitar, percussion and chorus. She presents rhythms such as the cumbia, bullerenge, chalupa, garabato and mapale from Colombia´s Caribbean coast alongside the Cuban son, guaracha, rumba and bolero son that arrived in Colombia via the village of San Basilio de Palenque. Totó hails - as did her ancestors - from the village of Talaigua, at the heart of an island in the great Magdalena river, called Mompos (hence „la Momposina“). The river, which rises high in the Andes, stretches over a thousand miles to the Caribbean. In the sixteenth century Spanish invasions forced the Indians - the original inhabitants of Mompos - to flee into the island´s dense forests. In later years, runaway slaves intermarried with them. „The music I play“, explains Totó, „has its roots in a mixed race; being African and Indian, the heart of the music is completely percussive.“ The cumbia is one of the better known rhythms and dances of Colombia. This rhythm is powerfully hypnotic and, along with the dance and its costume, a fine example of the mixture of Indian, Spanish and African influences: The dance originated as a courting dance between African men and Indian women at the time when the two communities began to intermarry. In this gentle, sensual dance the women hold up lit candles as the pairs weave in and out. Born into a family of musicians spanning five generations, Totó learned to sing and dance as a child. Her father was a drummer, her mother a singer and dancer; their household lived with the musical traditions of „la costa“. As a young woman, she travelled from village to village researching their various rhythms and dances and studying the art of the cantadora. Traditionally the cantadoras are peasants, women who grow yucca, plantain and pumpkins in the patches of land behind their huts. These women play a central role in the village culture. In Talaigua Ramona Ruiz, a fine cantadora now in her eighties who tutored the teenage Toto, continues to keep this tradition alive. In this community of peasant farmers and fishermen Ramona dispenses everything from marital advice to herbal medicine and as a vivacious and inspired chande (fiesta and also a rhthym of Talaigua) leader, is able to rustle up a full compliment of drummers, singers and dancers at a moment´s notice. The songs that the villagers sing to accompany their daily tasks are performed by Totó on stage, such as rhythmic chants to pace the pounding of the corn, and suggestive lyrics which add spice to the monotony of scrubbing the clothes in the river. The drums are played by the men, boat-builders who hollow out tree trunks with their axes, fishermen, net-menders and cigar-makers. Gradually, Totó´s voice and performance technique matured, until in 1968 she formed her own group and began to pursue a professional career, though still delighting in playing at family fiestas, street parties and other roles enacted by „la cantadora del pueblo“. Rapidly gaining a reputation for her impressive voice and presence she began to appear outside Colombia in the 1970s touring in Latin America, Western and Eastern Europe and the United States. In 1982 she accompanied Gabriel Garcia Marquez to Stockholm to perform at his Nobel prize ceremony. Totó based herself in France for four years, studying the history of dance for a year at the Sorbonne and performing extensively in Europe, though most frequently in France and Germany. She recorded her first album during this period in Paris, „Totó La Momposina“ for Auvidisc and contributed to the Colombian compilation „La Ceiba“ for ASPIC. In 1987 she returned to Colombia and continued to perform both at home and further afield in Latin America and the Caribbean. She also spent time in Cuba where she studied the bolero. In 1991 WOMAD brought her back to Europe and she performed at their festivals in Japan, Canada, England, Germany, Spain and Finland. She recorded „La Candela Viva“ in 1992 for Real World Records and „Carmelina“ for MTM in 1995. Over the last decade she has also performed in Spain, England, Scoland, Wales, Germany, France, Holland, Belgium, Slovenia, Italy, Sweden, Norway, Poland, Korea, USA, Mexico, Cuba and on seven other Caribbean islands. Read more on Last.fm. User-contributed text is available under the Creative Commons By-SA License; additional terms may apply.
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